BLOGOSFERA

Emelina Fernández Soriano

Los escándalos del clero católico


Ayer cuando leí esta información en el País sentí nuevamente un escalofrio de repulsa. Los abusos a menores son deleznables, más si quien los perpetra ejerce, o pretende ejercer, de autoridad “moral” . ¿Le queda a la iglesia católica otro camino que denunciar, juzgar y condenar a semejantes depravados? Que la justicia actue, que sean juzgados por sus delitos y cumplan las penas que se les impongan y, si son encontrados culpables, que vayan a la carcel como sus semejantes.

El papa Benedicto XVI no gana para escándalos. Desde hace un mes, en Alemania no pasa un día sin que se conozcan nuevos detalles de casos de abusos sexuales en estructuras católicas de todo el país. Ayer, el boletín de los horrores llegó desde Baviera, su región natal. El arzobispo de Ratisbona informó de vejaciones perpetradas por cuatro educadores durante 15 años contra cantantes del coro de las voces blancas en la época en que Georg Ratzinger, hermano del Papa, era director.

Paralelamente, en Ettal fueron detallados abusos contra al menos 100 víctimas, una lista de violencias atroces, pasadas y actuales, contra jóvenes cuyas fotos desnudas fueron colgadas en Internet por un sacerdote. Al mismo tiempo, en Italia, el escándalo de corrupción y prostitución que afecta a la cúpula de la Protección Civil ha salpicado al Vaticano. Quizás las revelaciones más duras, desde que empezó el escándalo a finales de enero, son las del colegio de Ettal, cuyos directivos entregaron la documentación acerca de un lustro de violencia. En la información que dieron ayer acerca del estado de las investigaciones se habló de “una lista de los horrores” que incluiría 100 víctimas y abusos de varios tipos, con detalles de actitudes sádicas de varios educadores.

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