En las últimas semanas hemos vuelto a conocer como las listas de espera en la provincia de Málaga han aumentado llegando incluso a los dos años para ver a un especialista en primera consulta en algunos casos. Y también como existen enfermedades que no esperan.

Cuando el PP llegó a la Junta de Andalucía achacó a las consecuencia de la pandemia todos los retrasos y recortes posibles ocultando cual era su verdadera hoja de ruta, desprestigiar lo máximo posible este servicio junto con la educación pública para fomentar los conciertos con el sector privado.

A cada protesta de los trabajadores sanitarios, Moreno Bonilla afirmaba que eran las consecuencias de la lucha contra el coronavirus, un manto de humo para tapar cuáles eran sus verdaderas intenciones.

Ahora, ya ha pasado la pandemia y la sanidad pública malagueña está peor que nunca. Lo curioso es que, ahora más que nunca, el gobierno del PP tiene fondos del ejecutivo de Sánchez, de ese ante el que protesta tanto en la calle, para mejorar dicha sanidad sin que ello se note.

Lo hemos visto en las carencias que sigue padeciendo nuestra provincia en materia de inversiones, en cómo los municipios del interior son cada vez más castigados con equipos de urgencias que no existen, pediatras infantiles que no pasan consulta o ambulatorios y centros de salud que se caen a trozos.

La sanidad en la que cree Moreno Bonilla es aquella en la que solo pueda permitírsela el que la pague. Es un hecho. Un modelo que, al igual que ya ocurre en otras zonas como la Comunidad de Madrid, beneficia solo al que más tiene y deja poco más que en manos de la beneficencia al resto de la población.

Ese modelo, para los socialistas, no solo es injusto, sino que también es insostenible. Andalucía y Málaga no merecen este ataque a la sanidad pública como tampoco a su sistema educativo. Es una lucha en la que no vamos a dejar de insistir y así seguiremos protegiendo en las instituciones donde seguimos gobernando. Así nos lo demanda la sociedad cada día y ese es nuestro sentido de cómo entendemos la política.

Enfrente solo tenemos a un PP que ha decidido trocear la sanidad pública al mejor postor, pero que no quepa duda que devolveremos la dignidad al Servicio Andaluz de Salud cuando volvamos al gobierno de la Junta. Con ese objetivo trabajamos por todos los malagueños y malagueñas.