"Toma las riendas de tu propio país"

Los jóvenes ingleses, se convierten en el sector social más perseguido por las fuerzas políticas de Inglaterra para canjear sus apoyos en unas elecciones complejas para laboristas y tories.

La juventud piensa que poco o nada cambiarán las cosas en su país, con independencia de quien gobierne. Un reto importante el que se marcan los políticos ingleses, teniendo en cuenta que los jóvenes a los que pretenden convencer por su opción demuestran poco interés por políticos de apariencia encorsetada y alejados del sostén urbano intergeneracional, tan importante para conectar con la desidia y apatía de aquellos que nacen en un Estado de Derecho, gobernado por Laboristas, testigos, los cuales, de cambios sociales de indudable trascendencia comparable, con la época del hierro de una dama triste y conservadora a rabiar.

Parece ser que Nick Clegg, liberal demócrata, es la pata del banco que contaría con más apoyos por parte de los jóvenes ingleses, con cerca de un 41% entre los encuestados con edades comprendidas desde los 18 a los 34 años. Entendemos que este banco de tres patas, apuntala con insistencia la imagen desenfada del Glegg, frente a la imagen más “carca” que presentan los otros postulantes al poder.

Después de este análisis, los encuestadores afirman que el voto joven no es un voto afianzado en fuerzas políticas determinadas; Voto veleta. Que la juventud muestra desilusión y falta de implicación en los proyectos políticos presentes en las distintas sociedades. Que a la juventud le interesa poco quien gobierne porque su vida no sufre cambios sustanciales, y un largo etcétera que culpabilizan a los jóvenes de no propiciar el cambio, que unos desean, o navegar en la barca de la inconsciencia por no demostrar lo que realmente les interesa, a criterio de otros.

En definitiva, somos los políticos los que tendríamos que sentarnos y pensar porqué los jóvenes se alejan de su clase política; aquellos que toman las riendas a media velocidad; aquellos que también han sabido propiciar cambios de indudable importancia, en sociedades que demostraron, más bien poco interés, por los herederos de una Tierra emergida en unos principios poco claros e interesantes para los que la ocupan y la atraviesan cargando alforjas repletas de títulos, música comprimida, esperanza, futuro y red social.