Hoy 19 de Noviembre, celebramos el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una fecha para reconocer la valentía de miles de mujeres que crean, arriesgan y transforman su entorno. Mujeres que demuestran cada día, que el talento femenino es motor de progreso y de cohesión social.

Ser mujer y emprender sigue siendo un acto de coraje. Aún hay desigualdades: falta de financiación, trabas burocráticas o dificultad para conciliar. Aún así, desde las ciudades y los pueblos, cada vez son más las mujeres que levantan negocios, cooperativas o proyectos que generan oportunidades.

En el medio rural, su papel es esencial, porque fijan población, mantienen vivo el territorio y dan futuro donde antes faltaban posibilidades. Por eso, necesitan el respaldo de las instituciones, porque sin políticas de apoyo, no hay igualdad real.

El Gobierno de España, bajo liderazgo socialista, ha dado pasos firmes con programas como el de Apoyo Empresarial a las Mujeres, que ofrece asesoramiento y microcréditos sin aval; la línea ENISA Emprendedoras Digitales, que impulsa proyectos tecnológicos liderados por mujeres; o la bonificación del 80 % en la cuota de autónomas tras la maternidad, una ayuda clave para conciliar y continuar.

Porque cuando una mujer emprende, no solo construye su futuro…crea empleo, fortalece su entorno, inspira a otras mujeres y transforma la sociedad.

Su valentía cambia vidas. Las políticas públicas adecuadas, cambian sistemas. Y cuando ambas se encuentran, nace un futuro más justo y esperanzador para todas.