El chocolate del loro

He leído y oído esos días algunas críticas al recorte de cargos y empresas públicas que ha hecho el Gobierno, por insuficientes, calificándolo como el chocolate del loro. Pero el ejemplo que voy a poner a continuación ilustra de manera certera que la suma de muchas pequeñas cosas hace una grande.

La Consejera de Hacienda y Administraciones Públicas ha puesto en funcionamiento un ensayo de austeridad en la sede de la consejería Torretriana, con notable éxito. El objetivo era ahorrar medio millón al año en el gasto corriente y ha conseguido el triple: menos reuniones, ahorro energético con una limitación de la temperatura en invierno a no más de 21 grados y en verano no inferior a 26, programar los ascensores para que no paren en todas las plantas, reducir la telefonía móvil y fija, limitar el uso de las fotocopiadoras y que impriman por las dos caras…

En épocas de escasez la austeridad en el gasto público es una exigencia de buen gobierno y en ello debemos de estar todos comprometidos. La racionalización del sector público es uno de los principales desafíos que tiene España si queremos alcanzar el objetivo de déficit propuesto a todos los países de la UE.

A los 32 altos cargos y los 80 directivos suprimidos, la eliminación de 14 empresas, la fusión de 24 que se quedan en 9, la supresión 450 puestos de consejeros de las empresas públicas, se suman a todas las medidas que se han adoptado hasta ahora como la congelación de los sueldos de los representantes públicos desde hace tres años o la redución de la oferta pública de empleo, son prueba del ajuste del gasto público que se está llevando a cabo y que los ciudadanos sabrán valorar cuando vean los resultados.

Os dejo este refrán:

Qué bonito el giraldillo…. más sin Giralda, poquillo ,

pues no hay actas de oro, ni chocolate del loro.
Atiende y cuida a tu gente…o te verás indigente.

Ni regales complaciente lo que no duele ni sientes.
Valora la inteligencia o incurrirás en demencia

que si ignoras lo cercano te pueden romper…”la pana”
Que quien te carde la lana no lo haga con desgana

pues los cantos de sirena, quiebran sueños y condenan.
Y no pretendas por liebre, tan ufano servir gato
ni humilles la inteligencia de quien calla en tu presencia.
Si vives de circunstancias no te arriendo la ganancia sé honesto
y apuesta seguro por quien vela en tu futuro
Cuida bien de tus ladrillos o se hundirá tu castillo
y no cambies los adobes por el oropel del pobre