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Javier García León

Seño, seño, puedo ir al baño?


Ir al baño por imperativo fisiológico durante un pleno en Fuengirola sin la preceptiva autorización de la alcaldesa, puede costar a los concejales de la oposición el único ingreso que tienen al mes por su actividad política (200 €, también 150 € si están en alguna comisión informativa).

No, no estoy de broma, os lo digo yo que tengo que decidir en ocasiones entre aguantar sentado sin poder moverme o renunciar al estipendio municipal, porque comprenderéis que no pienso levantar la mano y decir aquello de seño seño quiero hacer pipi, no estamos en edad.

Buscando soluciones, un amigo muy castizo me recomendó tirar del tradicional y españolísimo orinal, eso sí, que fuera el de loza que le traía muchos recuerdos de la niñez, pero la propuesta no me parece estética ni higiénico, aunque os aseguro que insistió.

Hay otros campos que explorar para buscar una salida, evacuación diría yo, a la problemática, la negociación o la picaresca, la primera podría consistir en un par de salidas durante la sesión plenaria si se anda un poco suelto, que sería un acuerdo razonable, la segunda, salir aprovechando que la primera edil requiere también evacuar los trámites oportunos en el baño más cercano, y que ahora que no nos oye nadie, os confieso que es lo que yo he procurado hacer, pero me ha cazado y ahora acude al retrete cuando tengo que intervenir o necesito oír al portavoz de su grupo porque después tengo yo la palabra, mala suerte la mía!

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos