BLOGOSFERA

Alberto Orozco Perujo

Capítulos nacionales


España atraviesa uno de los momentos más complicados, económicamente hablando, de los últimos tiempos. Muchos de nuestros convecinos europeos viven la misma situación, aunque más holgada y menos desafiante, gracias a la colaboración responsable de la clase política europea.

Colaboración y responsabilidad, necesarias para afrontar una situación creada por la especulación de aquellos a los que la derecha ha rendido complacencia y liberalidad. Aquellos que gustan contribuir al maltrecho presente de las clases medias europeas, porque saben que son los dueños del mundo. Dejaré de gastar tinta y disgusto, sobre esta realidad porque este es pescado de otro plato y me centraré, en la arrebatadora desvergüenza de los nuevos evitas peperistas que han surgido en nuestro país. A esta derecha le preocupan poco la olla del vecino y mucho la bancada azul del Congreso: Su desleal comportamiento lo demuestra: A base de paupérrimas máscaras carnavalescas y goma quemada, pretenden asumir un discurso ajeno, demagógico y de olor a armario con naftalina. Pero esto no es nada nuevo, ya lo hicieron en 1996, aparentando ser lo que no son: gente cercana a las clases trabajadoras; a sus problemas cotidianos; a la desventura que supone la escasez de euros en el bolsillo del vecino el amigo o el padre. Esta realidad no es indiferente a los españoles, ya nos engañaron una vez y todos sabemos que derecha pretende mandar, que no gobernar, y que le importamos a los alfombreros de la especulación, los bigotes, las guerras, las Azores y la secuestrada calidad de la educación pública.

Todos sabemos que sus gobiernos humean la España de Azorín, y se alejan del propio desarrollo de una sociedad, la española, que se resiste a la cacicada borrachina de los hijos y de las hijas de aquellos que un día fueron y tuvieron.

Todos sabemos lo que ocultan tras la siesta tórrida de la espera a conocer cuáles son sus recetas para aguantar el tipo.

Todos sabemos que quieren esperar el hundimiento del talante, la buena praxis, el diálogo, la empatía y el avance.

Todos sabemos qué razón les mueve para ser la derecha más separatista y rancia de toda Europa.

Y todos también sabemos que Zapatero representa la madurez política de nuestra democracia: un Presidente que toma decisiones movido por la responsabilidad del gobernante para con sus ciudadanos.

También sabemos qué nos hubiese esperado si la derecha gobernase en estos momentos, ya lo hicieron en otras ocasiones y creo que no salimos bien parados.

Ahora es tiempo de mostrar la grandeza del Estado de Derecho, a pesar de aquellos que siguen sin creer en el sistema y basan su estrategia en gastar la imagen de la clase política, porque saben que ahí se encuentra el éxito de aquello que ansían: el poder para cambiar el bolsillo de los suyos a base de decretazos, parálisis de pensiones y privatización a mansalva de la ecuación y el sistema sanitario. Una suerte la nuestra.

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos