Derechos humanos, derechos reales

María Luisa Muñoz Díaz, “La Nena”, una mujer luchadora y tenaz, a la cual el tiempo, su paciencia y el saber que luchaba por algo justo, le ha permitido ver con satisfacción como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, a través de su sentencia, le ha reconocido un derecho del cual ella nunca había dudado. Tras tanto esfuerzo y conocedora de la costumbres de su pueblo, sus primeras declaraciones las ha querido dedicar a los suyos, a éstos les ha brindado su experiencia para que les sirva de lección, para que no tengan que pasar por lo mismo, por eso les ha aconsejado a todos los gitanos y gitanas que inscriban su unión en el Registro Civil una vez casados por el rito gitano, y así garantizar sus derechos.

Para mí es importante señalar que La Nena, al igual que otras muchas personas, cobra una pensión de viudedad desde el 2007, gracias a que el Gobierno de España, un Gobierno socialista que sigue apostando por la ampliación de derechos, reconoció las pensiones de viudedad a las parejas de hecho.

Pero ella luchaba por un reconocimiento, un reconocimiento a la creencia de que siempre estuvo casada, a la única forma que conocía de contraer matrimonio cuando se casó en 1971. Por eso hoy podemos mirar con satisfacción a sus ojos, al logro de una lucha, al reconocimiento de un matrimonio, de una costumbre de un pueblo.