Candidato Miguel Angel

Con la tranquilidad que me presta el no estar en la próxima ejecutiva provincial ni ser delegado al congreso que tendrá lugar el inmediato sábado, quiero expresar mi libertad de opinión para pedir el compromiso de los delegados al candidato Heredia. Que frase más larga para pedir el voto para Miguel Ángel, dirán algunos, como si esto del eufemismo se hubiera puesto de moda en todas partes. Pero no, no es una oración adornada, son palabras intencionadamente elegidas. Hablo de libertad de opinión porque parece que sólo pueden apelar a ella aquellos que dicen ejercer la crítica, aunque finalmente se quedan en el criticar, o como vimos en Almería, en ser críticos entre ellos mismos, con la minoría de la mayoría de la minoría de la delegación de Málaga (me recordó aquella discusión en el anfiteatro romano de “La vida de Brian”). Y pido el compromiso, no el voto. El compromiso es algo más. Un veterano compañero en mi bisoña militancia en el PSOE me desgranó muy bien la diferencia entre integrante, afiliado y militante, con la pretensión de elegir la opción acertada por el partido. Conociendo a Miguel Ángel, cuyo primer discurso hace ya cuatro años fue “Trabajo, trabajo, trabajo”, estoy seguro que quiere algo más que un voto. Por eso pido más que un simple voto, un compromiso, lo que aquel veterano compañero llamaba militancia activa, “y sin buscar nada, por el partido”, como si no hubiera cogido a la primera la intención de su charla.

No quiero cumplimentar este artículo con alabanzas hacia Heredia como si fuera una instancia oficial donde relatar la vida y logros del candidato de turno, entre otras cosas porque no lo necesita. Sobre todo porque pecamos por hacer santos laicos a los humanos cuando debemos destacar lo humano de las personas. Y por eso pido el apoyo para Miguel Ángel Heredia, porque valora y ejerce el trabajo, porque todos tenemos su teléfono y lo coge, porque te escucha, porque te hace partícipe de los logros y asume sin mirar a nadie los fracasos, porque intenta hacer lo que dice y porque lo que dice lo hace. De quien puede presumir de cargos y cargas, de títulos y titulaciones, hay que valorar con profundidad sus otras cualidades, las más mundanas. Por eso pido el compromiso socialista para Miguel Ángel, quizá porque estoy acostumbrado a rodearme de humanos y no de Dioses, quizá porque en nombre de los Dioses a veces dejamos de ser humanos.