BLOGOSFERA

Meli Galarza Fernández

Mi personal semana de pasión


Estamos en Semana Santa, la semana de la pasión… ¿Pasión por qué? Lo que mueve mi corazón apasionado es lo que amo. Como a todas y todos, pensaréis. Es posible. Amo la naturaleza, la humanidad, este planeta en el que habitamos, amo a los niños y a las niñas. Amo a las mujeres. Sí, amo a algunos hombres en concreto, pero amo a las mujeres en general. Amo los grandes valores y principios fundamentales. Una y otra vuelven a mí la libertad, la justicia social, la solidaridad, el socialismo, el feminismo, el humanismo.

Y si muestro o demuestro impaciencia, por ejemplo ante la injusticia, ante la falta de libertad, ante el abuso, ante la discriminación, no es fruto de un corazón impulsivo por joven sino joven por apasionado. En esta pasión, en mi energía femenina, encuentro a muchas mujeres en el camino. Cada vez a más hombres.

Hay una mujer, una contadora de historias, Isabel Allende que en el link que os dejo, a través de “ejemplos” de mujeres nos va llevando a conclusiones, a reflexiones sobre este mundo cargado de injusticia hacia las mujeres y las niñas. Al final nos pone tarea: arremangarnos y ponernos a trabajar para que este mundo sea bueno, no mejor, sino bueno.

Gracias Paula por este regalo que me has hecho llegar. Vosotras, vosotros, apasionadas y apasionados de la idea de que un mundo bueno es posible, lo podéis ver y disfrutar (con los subtítulos en español). Antes, respondiendo a una de mis mundanas pasiones, las grandes frases, os dejo algunas de las que ella dice.

Para la mayoría de las mujeres jóvenes occidentales de hoy ser llamadas feministas es un insulto. El feminismo nunca ha sido sexy, pero les puedo asegurar que nunca me ha impedido flirtear y rara vez he sufrido la falta de hombres.

El feminismo no ha muerto, en absoluto. Ha evolucionado. Si lo que no les gusta es el término, cámbienlo. El término no importa siempre y cuando entendamos de lo que se trata y que lo apoyemos.

Lo que más temo es el poder ejercido con impunidad. Le temo al abuso de poder y al poder de abusar.

El abuso chorrea desde la parte más alta de la escalera hacia abajo. Las mujeres y los niños, especialmente los pobres, están abajo.

Estoy harta del poder que unos pocos ejercen sobre la mayoría a través de género, los ingresos, la raza y la clase.

Creo que ha llegado el momento de hacer cambios fundamentales en nuestra civilización. Pero, para que el cambio sea real necesitamos energía femenina en la administración del mundo. Necesitamos un número crítico de mujeres en posiciones de poder y necesitamos cultivar la energía femenina de los hombres.

http://www.ted.com/index.php/talks/isabel_allende_tells_tales_of_passion.html

TRANSPARENCIA

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