BLOGOSFERA

Fuensanta Lima Cid

1113 no es un número


1113 mujeres asesinadas por el hecho de serlo, desde que se recogen datos oficialmente a partir de 2003, sobre las que se ha ejercido la mayor manifestación de poder hasta arrebatarles sus vidas, como decía una gran compañera esto ya no es una lacra, que también, es una masacre.

Nos acostumbramos a los números, pero detrás de esos números hay proyectos de vida tan valiosos como el de cada una de nosotras, que necesitaron de una amistad verdadera que les apoyara y acompañara en la denuncia. Mujeres que gritaron en silencio, ¡tengo miedo!, pero que no lo rompieron por temor del daño que podrían causar a sus hijos e hijas, por no ser creídas, por no sentirse apoyadas, acompañadas y con la esperanza de saber que del círculo de la violencia se puede salir y tener todo un futuro por delante.

Diez años del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, conocido como Convenio de Estambul, el primer tratado jurídicamente vinculante, que aún no han ratificado 6 Estados Miembros,  diecisiete años de la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de protección Integral contra la Violencia de Género en nuestro país, cuatro años de la aprobación en el Congreso del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, más todas aquellas medidas y modificaciones legales que se ha ido haciendo durante todos estos años. Todo ello pone de manifiesto tres elementos esenciales, que la violencia de género es una violación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de forma grave y persistente, que su dimensión no conoce de fronteras, una de cada tres mujeres de la Unión Europea ha padecido violencia física y/o sexual, y que necesitamos de criterios comunes en todos los países miembros para combatirla. Porque no basta con ser pioneros a nivel europeo, todas nos queremos vivas, libres y en igualdad de derechos, por eso es tan necesario concluir con el trámite iniciado en el Europarlamento para la tipificación de la violencia de género como “Eurodelito”, a pesar de los negacionistas en diferentes idiomas, de los que se ponen de perfil, justificándolo de mil formas, cuando sólo hay un camino, combatirla con contundencia.

No somos números, somos mujeres que  nos queremos vivas, libres y cargadas de derechos.  Y para ello, necesitamos de la concienciación de toda nuestra sociedad, de la cooperación de todas las Instituciones Públicas y que la Educación siga siendo el pilar fundamental para construir una sociedad igualitaria y justa.

Nos sobran las razones para decir alto y claro ¡¡¡ Basta Ya!!!! y nos sobra otra cosa más, la negación de lo que es evidente, la violencia de género existe y a las mujeres nos matan por el hecho de serlo.

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