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Turismo, nuestro motor económico, con grandes desafíos futuros
Cada 27 de septiembre conmemoramos el Día Mundial del Turismo, este año la ONU Turismo ha elegido el lema “Turismo y transformación sostenible”. Creemos que no puede ser más acertado ese eslogan, ya que el futuro de la competitividad del turismo a nivel mundial, y en nuestra Provincia, exige políticas valientes, coherentes y comprometidas con la sostenibilidad, entendiéndola de forma integral, es decir, desde los puntos de vista ambiental, social y económica.
El lema del Día Mundial del Turismo invita precisamente a pensar en un modelo de turismo que no solo tenga como objetivo el crecimiento del número de turistas, sino que respete los ecosistemas, cuide los paisajes, la biodiversidad, los recursos naturales (agua, energía, residuos) y, sobre todo, la calidad de vida de la población local. Un modelo que promueva la equidad social, que los beneficios lleguen a las comunidades locales y no sean capturados por grandes empresas o intereses capitalistas. Un modelo que tenga resiliencia, que esté preparado para crisis económicas, climáticas o pandemias, y que incluya la diversidad cultural y ambiental como parte de su fortaleza.
En ese modelo, es en el que creemos, es más, estamos convencidos que es en el que cree la inmensa mayoría de la población malagueña.
Pero la realidad demuestra múltiples grietas en su aplicación práctica, ya que la Junta de Andalucía, gobernada por el Partido Popular (recuerdo que es quien tiene las competencias en materia turística) desarrolla acciones incoherentes y desordenadas que provocan efectos indeseados, que están comprometiendo tanto al territorio andaluz, como al bienestar de sus habitantes.
Es una evidencia que las medidas en materia de mejora de la calidad turística en nuestros municipios llegan tarde. No existe coordinación entre administraciones, y sí muchos conflictos territoriales, no existen mecanismos eficientes de control, ni acompañamiento … es evidente que lo importante para el gobierno andaluz es patrocinar eventos, con millones de euros, que solo benefician a unos pocos.
Para el Partido Popular, el desarrollo turístico es sumar más turistas, más campos de golf, más alojamientos turísticos, sin saber que lo importante no son las ruedas de prensa sobre números de turistas, que lo importante, indudablemente, es articular acciones para que nuestra gente viva mejor.
El modelo turístico en que creemos desde el PSOE es una estrategia integral, donde el objetivo principal es mejorar la vida del malagueño, de la malagueña. Para nosotros, el turismo solo es una herramienta para conseguir una finalidad, insistimos, la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía de nuestra Provincia.
Queremos ser absolutamente claros, el turismo es esencial para la generación de empleo y riqueza en nuestra provincia, es nuestra principal actividad económica y debemos mimar a todos los agentes turísticos, públicos y privados, que la están sosteniendo. Pero no creemos en ese discurso vacío de que el turismo no tenga elementos negativos. Es negar la realidad. El turismo, igual que cualquier otra actividad económica, tiene externalidades negativas que hay que gestionar, y no solo mirar para otro lado.
Hay que cuidar y mimar a los distintos subsectores turísticos, pero también que debemos ser conscientes que los responsables de los Gobiernos del PP de la Junta de Andalucía y a nivel local, no han articulado ninguna medida (ninguna) para paliar los efectos negativos que la actividad turística genera, como puede ser la saturación turística en determinadas zonas del litoral malagueño; la regulación y convivencia entre las viviendas de uso turístico y el parque de viviendas para la población malagueña; la falta de una visión integral de sostenibilidad turística; o el déficit de participación ciudadana y la transparencia de los fondos turísticos.
Pero no queremos quedarnos en la crítica a la inoperancia de esos gobiernos neoliberales, y queremos proponer de forma clara las políticas turísticas que desde el Partido Socialista desarrollaremos cuando tengamos la responsabilidad de gobierno, con el único objetivo de que el turismo mejore la calidad de vida de los malagueños y malagueñas.
Entre las medidas concretas y estratégicas que desarrollaremos, nos gustaría destacar las siguientes: realizaremos un mapeo dinámico de capacidades de carga turística para tomar decisiones de forma inmediata; realizaremos una zonificación turística con participación de vecinos, asociaciones, empresas, técnicos o ecologistas; diseñaremos un modelo de regulación y fiscalidad diferenciada, aplicando tasas turísticas que reinvertiremos en espacios públicos afectados por el turismo; incentivaremos experiencias turísticas desestacionalizadoras y diversificadas; apoyaremos rutas menos explotadas de la provincia, intentando repartir los flujos turísticos y beneficios en la provincia; apostaremos por la tecnología y digitalización al servicio de la ciudadanía y de la planificación; desarrollaremos plataformas colaborativas donde los vecinos puedan alertar sobre molestias o hacer seguimientos de cumplimiento de normativas turísticas; potenciaremos la formación específica gratuita para pequeñas empresas turísticas en prácticas sostenibles, economía circular, accesibilidad, o gestión de calidad; implantaremos mecanismos de gobernanza transparente e inclusiva, con modelos conjuntos en la planificación estratégica; o apostaremos por la innovación verde como motor competitivo, con regeneraciones costeras, restauración de ecosistemas; entre otras medidas.
En definitiva, el Día Mundial del Turismo nos convoca a mirar más allá del turismo masivo, del crecimiento cuantitativo y del negocio inmediato de unos pocos. En nuestra provincia, debemos emprender urgentes transformaciones reales, sostenibles y participadas, siendo absolutamente conscientes que las políticas turísticas solo deben tener una finalidad, mejorar la calidad de vida de la población malagueña.
Rafael Fuentes y Carmen Cerezo
Secretaría de Turismo de la CEP PSOE – A