BLOGOSFERA

María Gámez Gámez

Las excusas de Rajoy


La semana pasada leimos una Tribuna de Francisco de la Torre. En su faceta cada vez más de senador que de alcalde de la ciudad, dedicó todo su espacio para salir en defensa del presidente del Gobierno de la nación. Titulaba ‘El porqué de las reformas de Rajoy’. Pocos días después vimos cómo la secretaria general de su partido De Cospedal, en perfecta armonía, anunciaba una campaña de publicidad con el mismo objetivo, teóricamente para explicar las razones de los recortes, pero verdaderamente para combatir la caída en picado de la valoración de su ‘líder’, que a tenor de la última encuesta del CIS ha bajado casi un entero en sólo tres meses, todo un récord.

De la Torre, el mismo que antes de ser senador enarbolaba la defensa de la ciudad como el único que verdaderamente cuidaba de los intereses de los malagueños, el mismo que se apartaba con cierta soltura de los postulados de su partido, ahora se ha convertido en el escudero de Rajoy y del PP. Al servicio de la causa.

Y para explicar las razones de los controvertidos recortes de Rajoy, de tan gravosas medidas, acude el senador al manual del partido: a culpar al Gobierno anterior; como en el chiste de los sobres: Cuentan que el veterano director de una gran empresa al conocer su próxima destitución y del nombre del sucesor, decidió dejarle unos sobres en la mesa del despacho. El primero decía “para abrir si no sabes lo que hacer”. Al cabo de dos meses el nuevo director, agobiado con el nuevo puesto, decide abrir el primer sobre. El mensaje decía así: “Echale la culpa al anterior”. Buena idea, pensó e hizo eso, pues, el novato. De paso leyó el título del segundo, que decía “para abrir si las cosas no funcionan todavía”.

Los argumentos del PP siguen a rajatabla las indicaciones del segundo sobre, pero aún no han pensado muy bien qué hacer para cuando esto ya no sea creíble, para cuando la prima de riesgo siga subiendo, el paro engordando, y paralizada toda actividad económica.

Muchos sabemos que realmente la crisis ha sido la verdadera coartada del Partido Popular para hacer lo que siempre han querido, para cumplir con el programa oculto, ese que Rubalcaba en el debate preelectoral trataba de arrancarle a Rajoy y que éste esquivaba con evasivas. La situación económica global les ha venido como anillo al dedo para llevar a cabo las reformas más agresivas, injustas e involucionistas que jamás hubiéramos pensado.

Viernes tras viernes, como si de bombas de efecto retardado se trataran, van detonándose los nuevos recortes que hacen volar por los aires nuestros derechos y nuestro Estado del Bienestar, tan largamente conquistados. Han dejado expedito el territorio para mercantilizar las necesidades más básicas de los ciudadanos, como la educación y la salud. Y entonces generalizarán el ‘pay per view’. La reforma laboral, la congelación de la ayudas a dependientes, el copago farmacéutico, la sanidad sólo para ‘asegurados’, la reducción de becas y la subida de las tasas universitarias. Me es difícil siquiera referirme a todas ellas.

Si todo esto tiene difícil explicación no es porque haya que gastar menos, por la estabilidad presupuestaria (más estrecha de lo necesario y pactado con el PSOE), sino porque obvian que hay otras formas de combatir esta crisis. Sus reformas no son la única solución posible. Por qué rechazan aumentar los ingresos a los que más tienen (por ejemplo, a las grandes fortunas) o por qué no admiten la reducción de costes sin mermar derechos, como en la sanidad (con la subasta de fármacos que boicotean a los andaluces).

Todo vale, según ellos, porque la herencia lo justifica todo.

De la Torre, como Rajoy, comete el mismo error, que es culpar siempre a otros de lo que les interesa. Y de paso ambos incurren en ‘fraude democrático’ cuando el primero olvida con desparpajo sus promesas electorales, y el segundo cuando a pocos días de gobierno hace una ‘enmienda a la totalidad’ de su programa con el que se presentó ante todos los españoles.

Olvida el senador alcaldeque el discurso de ‘la herencia recibida’ se le vuelva bien pronto en contra, si se lo aplicamos a sí mismo. ¿Cuál es la herencia que le va a dejar él a quien corresponda, y en todo caso, a los malagueños? La Málaga saqueada por los convenios urbanísticos, la que lidera el ranking nacional de deuda municipal, la que sacrifica una tercera parte de su inversión en satisfacer los intereses municipales, la que especula con el suelo que después adquiere (Astoria), o la que entierra entre las paredes de Tabacalera (el fallido museo de las gemas) uno de los despilfarros más lacerantes que ha vivido esta ciudad.
Ahora toca, sin embargo, salir a cubrir a Rajoy, por lo que parece. No toserle ni reclamarle lo que antes con vehemencia se exigía a los gobiernos socialistas. Ponerle con financiación propia, y escasa, a lo que correpondía a Madrid, para disimular sus carestía con Málaga. Sin sonrojarse dice sentirse muy satisfecho de que el Campamento Benítez sea puesto a su disposición aunque sin financiación alguna. Pondrá recursos propios para rehabilitar los Baños del Carmen, de responsabilidad estatal.

Ahora, lástima, en los plenos del Ayuntamiento, al PP sólo le queda dar leña al Gobierno andaluz. Y para lo demás, tirar del segundo sobre.

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos