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Miguel Ángel Heredia Díaz

Málaga mira al futuro


Os dejo mi último artículo publicado hoy en Diario Sur:

A comienzos de semana conversaba con mi padre sobre la intervención que tenía prevista para el viernes pasado en el Forum Nueva Economía, con la presentación del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. Había acudido en abril de 2010 a pronunciar una conferencia en el mismo marco, la cual titulé ‘Málaga nos une’.

Pretendí en aquella ocasión trasladar un mensaje de unión por encima de diferencias ideológicas dado el continuo debate sobre los proyectos de Málaga. Dije que la misma Málaga que en reiteradas ocasiones nos separa es la misma que nos une.

Sin embargo, en la intervención de este año mi intención ha sido abordar, desde un prisma positivo y optimista, sin abandonar el realismo y la conciencia de la situación que vivimos, esa Málaga que mira al futuro. El miedo paraliza y hace que la sociedad pueda ser controlada mejor por los poderes no democráticos y ese es un enemigo que debemos abatir. “Si quieres hablar de futuro, habla de los jóvenes”, me dijo mi padre. Me ratificaba en mi primera idea: dejar de hablar de grandes proyectos y mirar al futuro en escala humana, más próxima.

En Málaga debatimos sobre grandes, grandísimos proyectos, por lo caro y transformadores que son, como el Guadalmedina o el Corredor Ferroviario, aún en la nebulosa de las ideas, o del Anillo Ferroviario, más tangible y que puede quedar en vía muerta.

Málaga mira al futuro, siempre mira al futuro. Eso es bueno. Posiblemente seamos la provincia con los mejores planes estratégicos concebidos en Europa, que han servido para diseñar y trazar esas grandes infraestructuras que tenemos, con un gran beneficio económico directo y sostenible en el tiempo. Queda mucho por hacer, tanto que están los programas electorales llenos de ideas. No tenemos puentes sobre la bahía porque nos gusta mirar al horizonte desde las playas de Pedregalejo.

En Málaga miramos el futuro, aunque siempre enzarzados en las refriegas del día a día. Estoy convencido de que la mejor forma de mirar al futuro es pensar en el presente de nuestros jóvenes, de aquellos que tendrán que gestionarlo. ‘Es la juventud, idiota’ sustituye al lema ‘Es la economía, idiota’, que el candidato Clinton repetía a su equipo. Basta con mirar las cifras del parto juvenil: 22.100 jóvenes malagueños llevan más de un año buscando un trabajo, lo que representa el 47,5% de los 46.700 parados menores de 25 años que hay en Málaga. Debemos actuar. Por ello, debe ser una prioridad consensuar medidas que alivien este situación. Los socialistas malagueños nos vamos a volcar en todas las intituciones para alcanzar acuerdos, un compromiso con la juventud que es un compromiso con las familias, con la educación, con la sanidad, con nuestro Estado del Bienestar, en definitiva. Comencemos a convertir en certezas futuras las incertidumbres de este presente. Luchemos por que no haya generaciones perdidas y aún menos, perdidas esperanzas.

Imaginemos el futuro de Málaga, pero a escala humana y defendiendo la igualdad de oportunidades. Los socialistas proponemos una economía de la igualdad, en la que todos y todas aportemos a nuestro sistema productivo. La desigualdad es injusticia social y una ineficiencia económica. Si somos una sociedad cohesionada, donde cada cual parte del mismo punto de partida para salir adelante con esfuerzo y mérito, seremos una sociedad más productiva. Esta crisis no puede significar en Málaga que la brecha entre los muy ricos y la mayoría se abra tanto como para engullir a una generación.

La Málaga que quiero que mire al futuro es la que, por encima de otros colores, sale a la calle a celebrar la victoria de su equipo o a pedir un museo, es la Málaga que comparte sueños y objetivos y líneas rojas, es la Málaga que hace 32 años empujó como ninguna para que Andalucía fuera Andalucía y España, es la Málaga que no deja a nadie en la cuneta porque el éxito de cada uno es el éxito del colectivo.

Esa Málaga será real. La alcanzaremos con optimismo, peleando en esta crisis pensando en que las cosas pueden cambiar. Que juntos podremos salir adelante. Nadie dijo que sería fácil en esta Málaga, sobre todo si atendemos a lo que decía el poeta Álvaro García en las páginas de Sur: «La naturaleza de Málaga, la luz, el ritmo del vivir, es contraproducente para la economía pero es magnífica para la poesía».

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos