BLOGOSFERA

Rescatar la historia del olvido: los trapiches de Marbella y San Pedro
La pasada semana hicimos un acto de justicia en el Parlamento de Andalucía. Aprobamos por unanimidad poner en marcha el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (B.I.C.) los inmuebles de tres trapiches en el municipio símbolo de la época en que en la manufactura azucarera era la fuente principal de ingresos. Los edificios del trapiche del Prado en la zona norte de Marbella, el de Miraflores, en el barrio de su mismo nombre, y el de Guadaiza en San Pedro van a optar a una catalogación que, independientemente de su resultado final, hará que se le conozcan.
No voy a profundizar en la historia de dicho patrimonio, para eso están los trabajos, muy acertados, de Lucía Prieto, José Luis Casado o Francisco López. Voy a profundizar en el apartado político del debate que como portavoz de Cultura expuse en la misma comisión.
Comencé dicho debate invitando al ponente del Partido Popular, a su vez también concejal del ayuntamiento de Marbella, a profundizar en la historia de la ciudad. No podía permitir que en las actas de las sesiones del Parlamento constara los datos erróneos, tanto en fechas, en conceptos e incluso en nombres, que dicho ponente había expresado. El desconocer la Historia del pueblo que uno gestiona no es síntoma de buen gobernante.
En cuanto a los trapiches me vi en la obligación de recordar al ponente del PP la falta de preocupación que con ellos habían tenido: "con estos tres inmuebles, al igual que con gran parte del patrimonio cultural de Marbella, el Partido Popular actúa como un pirómano colaborador. Destruye nuestro patrimonio y ahora plantea que el gobierno andaluz le dote de la máxima protección. No se puede alcanzar tal grado de cinismo e hipocresía".
La proposición para incoar el expediente de declaración de BIC salió adelante, no así mi propuesta para que los tres edificios se incluyan en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. La obsesión del Partido Popular contra el PSOE privó a Marbella de tener tres valores patrimoniales en este catálogo, con todo el beneficio que reportaba. Esta catalogación permitía alcanzar un grado mayor al actual mientras el procedimiento del BIC seguía su camino, teniendo en cuenta que este se puede alargar bastante en el tiempo.
Os dejo parte de mi intervención:
Sabemos todos señorías cual es el deber del propietario de un patrimonio: conservarlo, mantenerlo, protegerlo. Sabéis cual es el propietario de este patrimonio: el ayuntamiento de Marbella. De los tres. Y sabéis en qué época han sufrido el mayor de los deterioros? En los últimos cinco años, en el gobierno del PP en Marbella, del mismo grupo político que trae esta proposición no de Ley. A ver si va a resultar que ustedes traen aquí la petición de máxima protección para protegerlo del PP de Marbella. Si es así hacen bien, porque no ha sido nada tan pernicioso para estos edificios que la dejación interesada de la propia administración local. Y doy datos.
Vamos a comenzar con el Trapiche de Guadaiza.
El 17 de julio de 2008 firma el ayuntamiento de Marbella un acuerdo con la Diputación provincial de Málaga para la cofinanciación de dos proyectos de la ciudad:
1) Un centro de usos múltiples con una superficie de 4.000 metros cuadrados en el barrio de Miraflores.
2) La rehabilitación del Trapiche Guadaiza, que se convertirá en "una zona de usos múltiples culturales y educativos"
Es decir una obra cofinanciada, de importancia vital por lo que representa, entre otros aspectos, como valor de identidad para el núcleo de San Pedro Alcántara.
En el año 2009 el presupuesto contemplaba 1.500.00 euros para la rehabilitación del trapiche, con dos tercios de financiación de la propia Diputación de Málaga. No se hace nada.
El año 2010 aparece en los presupuestos 1.300.000 euros y tampoco hacen nada.
En el siguiente año, el 2011, la cifra va menguando, 1.100.000 euros, en el que se supone que por fin van a rehabilitar el edifico. Saben como lo anunciaron, este es el titular de ese día en prensa: Por fin sale del letargo. Tras los trabajos de refuerzo de la estructura, el Ayuntamiento asegura que la recuperación del inmueble comenzará en los próximos días. Esto fue el 3 de octubre de 2011, próximos estamos de la primera efemérides.
Pues no queda ahí la cosa. El ayuntamiento decidió que la partida con que participaba Diputación en la rehabilitación del trapiche se destinara a cumplimentar otra obra del municipio. Y se comprometió el equipo de gobierno a cambio a rehabilitar el edificio sampedreño con fondos propios.
En los presupuestos de este año 2012 se ha incluido una partida de 800.000 euros para rehabilitar el Trapiche de Guadaiza. Los primeros tres años repitiendo concepto en el presupuesto nos reíamos, a partir del quinto año molesta.
El segundo despropósito del gobierno del PP es el Trapiche del Prado. Ironías de la historia, con la Inquisición fue mejor tratado. Quizá el edificio industrial más antiguo de Marbella y el mejor conservado pese a haber sido utilizado de caballerizas para los caballos de tiro de coches de paseo. La donación del inmueble al ayuntamiento por la familia Álvarez, anterior propietario, a cambio de erigir en el propio edifico una residencia de ancianos, hizo que el trapiche fuera municipal. Las inminentes obras provocó un desalojo de las caballerizas sin control sobre el edificio, lo que produjo destrozos en débiles lienzos y la desaparición de otros elementos arquitectónicos.
La construcción de la residencia, pese a ser anunciada su ejecución, cayó en desgracia, vamos a llamarlo así. Y ahora, el trapiche del Prado, cuyo propietario es el ayuntamiento, tiene como única protección las maderas que tapian los vanos de las puertas, durmiendo el sueño de los justos.
Y el tercer Trapiche, rehabilitado hace más de una década, el de Miraflores, ha perdido su sentido inicial. De museo etnológico a albergar oficinas y dependencias municipales, convirtiéndose en un cajón desastre con claros síntomas de abandono. Y es que hace escasos días los vecinos del barrio Miraflores denunciaron que el recinto ha quedado para que jóvenes hagan botellones, denunciaron tentativas de incendios y falta de decoro en el yacimiento colindante, donde una alta hierba seca pone en mal lugar a un gobierno que anunció en numerosas ocasiones que continuarían con las catas del yacimiento.
Pero sabéis que es lo peor? Que el potencial para visitar el trapiche no es la industria azucarera, es un molino de aceite, con gran valor didáctico en su proceso de funcionamiento, pero que los alumnos y alumnas no lo pueden visitar desde hace cuatro años porque una mera pieza valorada 600 euros aún no se reparado.
Saben sus señorías lo que dice la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía en su artículo 14, punto 1:
1. Las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de bienes integrantes del Patrimonio Histórico Andaluz, se hallen o no catalogados, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores. A estos efectos, la Consejería competente en materia de patrimonio histórico podrá asesorar sobre aquellas obras y actuaciones precisas para el cumplimiento del deber de conservación.
Y dicho todo esto, señorías, cual es el valor de la declaración de BIC de estos edificios, el titular de un periódico, o de la pervivencia del pasado? Creo que ustedes buscaban lo primero porque lo segundo está en sus manos y no lo han querido hacer.