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Europa
La adhesión de España a la Unión Europea en 1986, marcó un hito histórico para nuestro país. Impulsado por el gobierno socialista de Felipe González, supuso el inicio de una era de transformación sin precedentes para España, y por supuesto para nuestra provincia. Nuestra adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea hasta la actualidad, ha actuado en todos estos años como un poderoso motor de progreso, impulsando avances económicos, sociales, culturales y de infraestructura que han remodelado profundamente la realidad malagueña.
A nivel económico, la incidencia de la entrada en el proyecto europeo para nuestra provincia ha sido inmensa. Gracias a ello, Málaga ha tenido la oportunidad de diversificar su tejido productivo, tradicionalmente dependiente del turismo y la agricultura. Los fondos estructurales y de cohesión europeos, gestionados eficientemente por los sucesivos gobiernos socialistas, se convirtieron en una fuente vital de financiación para la modernización de infraestructuras clave como puertos, aeropuertos, carreteras y el parque tecnológico. La ampliación y mejora del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, protagonizado por la Ministra Magdalena Álvarez, por ejemplo, consolidó su papel como puerta de entrada fundamental para el turismo internacional y ha permitido dar el salto tecnológico al conectar Málaga con el mundo.
En el plano social, la pertenencia a la UE ha supuesto la armonización de las leyes laborales, lo que ha garantizado mayores derechos para los trabajadores, siempre un pilar fundamental de las políticas del PSOE. Las directivas europeas en materia de protección del medio ambiente han impulsado la sostenibilidad y conservación del rico patrimonio natural de la provincia. La inversión en educación y sanidad, también apoyada por fondos europeos y priorizada por los gobiernos socialistas, permitió mejorar la calidad de estos servicios esenciales y reducir las desigualdades sociales, situación que está volviendo a empeorar con la gestión de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía.
La libre circulación de personas dentro del espacio Schengen, ha tenido un impacto profundo en la sociedad malagueña. Por un lado, ha conseguido atraer a un flujo constante de ciudadanos europeos que eligen la Costa del Sol como lugar de residencia o destino vacacional, enriqueciendo la diversidad cultural de la provincia y dinamizando su economía, aunque con el efecto negativo del alza de precios inmobiliarios por la deficiente gestión de muchos gobiernos locales de la provincia, sobre todo de la costa. Pero también ha permitido a los jóvenes malagueños acceder a oportunidades de formación y empleo en otros países europeos, con programas tan relevantes como el “Erasmus”, fomentando el intercambio cultural y científico.
El liderazgo de Pedro Sánchez en Europa ha logrado que España tenga una voz más activa que nunca en las decisiones europeas, favoreciendo medidas como la excepción ibérica que supuso una bajada considerable de los precios de la electricidad, mejorando nuestra competitividad o consiguiendo la llegada de los fondos europeos pese a la oposición del PP. Esto ha traído consigo una importante inversión en energías renovables, innovación tecnológica y en la mejora de la infraestructura social lo que se ha traducido en bajadas del paro y por tanto una mejora considerable de la calidad de vida de los malagueños y malagueñas.
Sin embargo, este modelo de éxito a nivel mundial se enfrenta con un gran problema como es el auge de la ultraderecha en Europa. Esta ideología va en contra de los valores fundamentales de la UE, como la democracia liberal, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos. Estos partidos políticos, con sus agendas nacionalistas y euroescépticas, con un discurso xenófobo y discriminatorio fomentan la división y el odio destruyendo los valores que encarna el proyecto europeo desde dentro, resumidos en las palabras de uno de los padres del la construcción europea, Robert Schuman, "Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho."
La integración de España en la Unión Europea ha sido un motor de transformación sin precedentes, tanto para nuestro país, como para nuestra provincia. En el avance del proyecto europeo se encuentra la solución a los retos que nos vamos encontrando en el camino. El desarrollo económico, social y de todo tipo experimentados a lo largo de estas décadas es un testimonio del impacto positivo de la pertenencia al proyecto europeo, un proceso que ha contado con el liderazgo y el impulso constante de los gobiernos socialistas. La huella de Europa es visible en cada rincón de Málaga, desde sus modernas infraestructuras hasta la mentalidad abierta y cosmopolita de sus ciudadanos, porque si una provincia puede encarnar el espíritu de Europa es la de Málaga.
Javier Salas
Secretario Coordinador del Área de Política Institucional